miércoles, 9 de julio de 2008

Últimas crónicas viajeras...

Kaixo lagunok:


Esto se acaba, así que aquí va la última...


Después de nuestras aventuras montañeras nos dirigimos hacia la costa, con el fin de visitar la zona norte de Perú.


Desde Huaraz, en plena cordillera, con el soroche y el frío castigando nuestros cuerpos llegamos a Trujillo, situado en pleno desierto costero. Una ciudad con una bonita y recontralinda plaza de armas y casas coloniales de vivos colores. Aquí visitamos las ruinas de Chan-Chan, de la cultura Chimú, que unos dicen que es la ciudad de adobe más grande del mundo y otros de América, a saber... También las huacas del Sol y de la Luna, sobre todo esta última es la que se puede visitar; son pirámides de adobe que conservan pinturas de vivos colores de la cultura Mochica (la de la cerámica con motivos eróticos).


Siguiendo por la costa llegamos a Chiclayo, donde es obligatorio visitar Huaca Rajada, donde apareció el llamado Señor de Sipán, el Tutankamon americano, con todo su ajuar intacto; además del museo donde se encuentran los originales y restos de esa increíble cultura que fue la Moche o Mochica. También Túcume con sus ruinas de 26 pirámides de adobe, nada más y nada menos, aunque algunas cuesta reconocerlas y a estas alturas del viaje no estamos como para contarlas todas...


Como ya no disponíamos de mucho tiempo antes de regresar al hogar, dulce hogar, volvimos a tomar un autobús y después de sus buenas horas (aquí cerquita son 8 ó 9 horas) llegamos a Tumbes y Puerto Pizarro, en la frontera con Ecuador. Recorrido en barca, esta vez no remábamos nosotros, por los manglares, que son como la ría de Plentzia pero con un poco más de vegetación...


Siguiendo con este rally "conozca el norte del Perú a toda host...", o sea, a todo correr... llegamos a Máncora. Lugar turístico, famoso por sus playas, que son como la de La Arena, pero con más gringos, pelícanos y fragatas de las que vuelan...


Como anécdota contaremos que en los autobuses, además de ¨agasajarte¨con toda suerte de cumbias insufribles, suelen filmar a los viajeros con una cámara de video, léase video sin tilde, y, a veces, también toman la huella dactilar. No sabemos si es por seguridad o para reconocer los cuerpos en caso de siniestro, porque a menudo la velocidad, la manera de conducir, léase manejar, el estado de las carreteras y la orografía no ayudan mucho para llegar sanos y salvos. Por suerte no hemos sufrido ningún percance.


Después del merecido reposo del guerrero volvimos de nuevo a Lima, donde debemos tomar el avión de vuelta el día 11 de este mes.


En Lima visitamos la Euskal Etxea, que funciona más como un txoko donde se reunen los pocos vascos que mantienen la tradición; aquí degustamos un vino peruano que es como el de Rioja, pero más light, aunque no está mal.


También visitamos la iglesia de San Francisco, con sus catacumbas, aquí estuvo la primera casa vasca, donde ayudaban a los vascos que llegaban al Perú. Asimismo, la iglesia de los dominicos contiene los restos de San Martín de Porres, el llamado Fray Escoba, y de Santa Rosa de Lima.


Otro lugar importante es el Barrio Chino, porque hubo una fuerte inmigración china y japonesa; la comida criolla peruana, muy variada y rica, tiene mucha influencia china y hay muchos restaurantes chinos por todo el país, llamados "chifa". Este país tiene mucha mezcla de razas: europeos, chinos, japoneses, negros... por eso se dice que aquí "el que no tiene de inga, tiene de mandinga"...


El Lima inauguraron hace poco un parque de fuentes cibernéticas, con 13 fuentes, espectáculo de luz y sonido, y un chorro de 80 m de altura, que dicen que es la mayor concentración de fuentes de este tipo.


A pesar de la mala fama de Lima, nosotros no hemos tenido problema. Hay que tener en cuenta que es una ciudad de más de 8 millones de habitantes y unos 100 km de largo, así que hay de todo. No obstante, si que hay el típico caos de tráfico, con pitidos a todas horas, gente que te empuja, mientras te dice "permiso", "permisito" o no te dice nada, taxistas que se quieren aprovechar de los gringos, camareros que hacen como que te entienden y luego te sacan lo que quieren y todo lo malo de las zonas que reciben turistas. Pero merece la pena visitarla...


En fin que ya nos queda poco y vamos apurando la larga marcha que han supuesto estos 10 meses fuera de casa. Sólo nos queda agradeceros la constancia y el apoyo que siempre nos habéis demostrado, aunque en los últimos tiempos todos nos hemos relajado y hemos estdo un poco incomunicados. De todas formas, besos y abrazos para todos los amigos y amigas de un lado y otro del Atlántico.


Eskerrik asko eta laster arte...
P.D. Las últimás fotos estarán en pocos días.


domingo, 29 de junio de 2008

Por el centro del Perú.

Kaixo lagunok:


Sentimos haberos tenido mucho tiempo sin noticias, pero el viaje te va llevando, un día por otro, mañana será y, por qué no decirlo, bastante culpa también la tiene la pereza... Pero aquí estamos de nuevo para contaros las últimas novedades.


Después de Ayacucho nos fuimos para la capital: Lima. Una ciudad gris, cubierta casi siempre por una espesa capa de nubes y contaminación, aunque nosotros tuvimos suerte y pillamos algunos días de sol. Es una urbe inmensa, de más de 8 millones de habitantes, con un tráfico infernal y pitidos de coches que no dejan de sonar. En ciertas zonas, también es una locura transitar por calles atestadas de gentes, venidas desde todas las provincias del Perú. También tiene mala fama por la violencia y la cantidad de robos, aunque el centro es bastante seguro, y nosotros, por suerte, no hemos tenido ningún problema (quizá se nos ve en la cara que no tenemos mucha plata).


Sin embargo, tiene sus rincones, como la Plaza de Armas, donde está la Catedral o el Palacio Presidencial; el cerro San Cristóbal, desde el que se divisa toda la ciudad (si la contaminación te deja, algo bastante difícil); el barrio Barranco, con sus restaurantes y bares que miran al mar; el puerto de El Callao, donde se puede degustar un fabuloso ceviche o disfrutar de una estupenda puesta de sol, mientras las barcas, que ofrecen paseos hacen equilibrios en las olas para acerarse a la orilla...


También visitamos varios museos relacionados con las culturas precolombinas, la mayoría bastante caros porque son privados, aunque el museo de la fábrica nacional de moneda, curiosamente, es gratis y contiene muy buenas muestras de cerámica, tejidos, objetos de oro... Pero lo que más nos ha impresionado ha sido la cerámica de la cultura Mochica, por su perfección y realismo, sobre todo sus piezas "eróticas", eróticas por decir algo, porque son un verdadero manual de malabarismo sexual...


Dejando atrás Lima, merece la pena destacar la visita a Puerto Bermúdez, donde se encuentra el albergue Humboldt, dirigido por uno de los últimos aventureros de verdad que quedan en este planeta, el navarro Jesús López de Dicastillo. Durante más de 20 años recorrió Sudamérica y decidió instalarse hace unos 11 años en ese pequeño pueblo de la selva peruana, empeñado en mostrar sus maravillas naturales y en luchar contra la corrupción y las malas artes que quieren acabar con ese paraiso.


De camino a Puerto Bermúdez la visita obligada era San Ramón de Chanchamayo, donde está el colegio de las Franciscanas de Montpellier, que en 1948 fundó la tía de Eneko, junto con otras tres monjas más. El recibimiento y el trato fue excepcional por parte de las hermanas.


De vuelta a Lima nos pusimos en contacto con COPPA (Consejo Peruano para la Autogestión), una ONG con la que colabora el Ayuntamiento del Valle de Trapaga-Trapagaran. Allí nos recibieron muy amablemente el presidente William Moreno y sus colaboradores (Armando, William Moreno junior...), y nos explicaron cuál es la labor que realizan para el desarrollo de sectores y zonas más deprimidas de Perú. Asimismo, nos acompañaron a visitar los centros y lugares en los que se había invertido la colaboración de nuestros vecinos y vecinas (centro escolar, zona de juegos, saneamiento de un barrio, centro de formación textil...). La experiencia fue muy especial, porque pudimos ver la otra realidad de Perú, bastante dura en muchos casos, y porque pudimos sentir el agradecimiento de la gente, a pesar de que nosotros no habíamos hecho nada.


Desde Lima nos dirigimos al norte, a Huaraz, centro del andinismo por estar situada junto a la Cordillera Blanca, plagada de cumbres de más de 6000 m, entre las que destacan el Huascarán (6768 m) y el Alpamayo (5947 m), considerada por muchos como la montaña más bella del mundo, aunque seguramente no habrán visto el Pico La Cruz o el Anboto (que se note que casi somos de Bilbao, así que exageraciones las justas...). Aquí volvimos a notar el maldito "soroche" o mal de altura, que remueve el estómago, deja sin fuerzas, acelera el corazón al menor esfuerzo y produce dolores de cabeza, vamos, lo que se dice una verdadera gozada... De todas formas no fue para tanto y pudimos realizar un recorrido hasta la Laguna 69, que a pesar de su nombre erótico-festivo, no tiene nada que ver con lo que muchos y muchas están pensando, y sólo responde a un fin puramente numérico. Después uno de los dos siguió su camino para visitar las maravillas de la costa y el otro se quedó para realizar el llamado trecking de Santa Cruz, durante 4 días, rodeado de colosos nevados, y para ascender a uno de ellos el Pisco (5760 m), con la idea de volver a reencontrarse próximante.


Por cierto, esto ya se acaba y pronto os quedaréis sin poder peder vuestro tiempo y el de vuestras respectivas empresas mirando este blog. El día 11 de julio salimos para nuestra querida tierra, pasando por Bogotá y Madrid, ahí es nada la cantidad de horas de vuelo que nos esperan, aunque merecerán la pena para reencontrarnos con todas vosotras y vosotros, blogueras y blogueros que nos habéis acompañado en este viaje...


Próximamente más fotos, que todo no se puede al mismo tiempo y no vamos a empezar a estresarnos, a pesar de que ya volvemos a la realidad...


Agur eta laster arte

martes, 20 de mayo de 2008

De Cusco a Lima por Arequipa, Nasca, Ica, Pisco...

Kaixo lagunok:
Aquí seguimos nuestro trepidante viaje, porque en los últimos días casi no hemos parado.
Desde Cusco nos fuimos para Arequipa, una bonita ciudad, con una plaza de armas porticada digna de ver. Además, la gente de esta zona tiene fama de ser muy reivindicativa, siempre están oponiéndose al centralismo de Lima, algunos tienen incluso aspiraciones independentistas... No os resulta todo esto extrañamente familiar; a ver si van a ser vascos y no lo saben...
Desde allí visitamos el famoso Cañón del Colca, uno de los más profundos de la Tierra, según dicen por acá; casi parecen de Bilbao con las exageraciones.... No está mal, aunque lo más llamativo son los cóndores que vuelan por sus laderas, que son como los buitres, pero tamaño XXL. Por la noche, en el pueblo de Chivay, asistimos a una cena típica, con música y bailes locales; todo hiperturístico y, como no podía ser de otra manera, pues nos sacaron a bailar o por lo menos a intentarlo...
Seguimos viaje por la costa peruana hasta Nasca, para ver las famosas figuras realizadas en la tierra y que sólo pueden divisarse desde el cielo. Llegamos a las 4 de la mañana y nos tocó esperar hasta las 13,30 h para poder volar en avioneta. El vuelo se ha encarecido, la última semana, qué casualidad, porque una avioneta se estrelló y han puesto más controles; ahora el precio es casi fijo en todas las compañías: 50 dólares (en las zonas turísticas el rey es el dólar, el pobre sol peruano ni brilla, aunque, por supuesto, también lo admiten). La aventura sólo dura 30 minutos en el aire, pero uno de los dos se mareó hasta límites que sobrepasan el entendimiento humano y el otro no...
Desde allí, con el estomágo convertido en una bolsa de desechos, llegamos a Ica. Y, casi sin parar, nos fuimos a la Huacachina, un oasis en mitad de un desierto, con dunas enormes y mucha arena, vamos lo que todo ser humano o humanoide se imagina que es un desierto... Es un lugar muy turístico donde se hacen paseos en boogie por la arena y descenso con tablas caseras de sandboard. A esto nos apuntamos y, por lo menos, conseguimos mantener el equilibrio.
Cerca de allí está la ciudad de Pisco, que fue devastada por el terremoto del año pasado; todavía se notan los efectos. Así que nos fuimos directos hasta la costa, al pueblo de Paracas. Al día siguiente visitamos las Islas Ballestas, que son muy conocidas por los miles de aves marinas que las habitan, así como los pingüinos y los leones marinos. También fueron importantes por la recolección de guano. Esta zona también es conocida por su famoso cóctel llamado "pisco sour", que es una de las bebidas nacionales (también reivindicada por los chilenos).
Como todavía nos parecía poco viaje en autobús, nos metimos otras 7 horas hasta Ayacucho. Y qué decir de Ayacucho... Esta noche salimos para Lima, con 9 horas más a sumar a nuestras maltrechas posaderas...
Agur eta laster arte

viernes, 9 de mayo de 2008

Cusco-Machu Picchu

Kaixo blogadictas y adictos:


Aquí estamos de nuevo y suponemos que seguiréis al otro lado de la máquina, porque cada cada vez se anima menos gente a escribirnos y darnos ánimos, que siempre vienen bien. Así que aquí vamos con una nueva entrega, a ver si así os motivamos un poco...


Después de nuestras aventuras por el lago Titikaka llegamos a la capital de los incas, Cusco, el antiguo Qosqo ("ombligo del mundo"). Es lo que nosotros llamábamos Cuzco, pero ya se sabe que las academias de la lengua nunca descansan, sobre todo cuando se trata de cambiar cosas, si no que se lo digan a los de Euskaltzaindia...


Es una ciudad impresionante, que conjuga su origen inca, con las construcciones coloniales, aunque fueron muchas más las destrucciones que se cometieron para imponer una cultura sobre otra. Merece la pena contemplar sus numerosos edificios religiosos, los restos incas que se encuentran en la ciudad y en sus alrededores, como Sacsayhuaman, pasear por su enorme plaza de armas (porticada al estilo de las plazas castellanas) y perderse por sus laberínticas calles llenas de un encanto especial.


No obstante, es una ciudad muy turística, llena de gringos, con lugares exclusivos para gringos y con precios para gringos. Hay mucha desproporción entre lo que cuestan las cosas, porque se puede ir en autobús más de 40 km por medio euro o comer bien y en un lugar muy agradable por unos 3 euros; en cambio, visitar la catedral cuesta 6 euros y unas ruinas, muy arruinadas, 10.


Esto mismo ocurre con Machu Picchu. Lo más barato y recomendable es ir en autobús por el Valle Sagrado de los Incas, así además se pueden visitar las impresionantes ruinas incas de Pisac y Ollantaytambo. Desde este último pueblo se toma el tren hasta Aguas Calientes. Hay un tren para la gente local, pero a los gringuitos no nos está permitido, en este caso, el contacto con la gente local (el negocio es el negocio); debemos ir en los trenes turísticos, que van desde lo más barato que es ir desde Ollantaytambo (20 euros), hasta los de lujo que van desde Cusco y que cuestan una barbaridad.

Por si fuera poco, la entrada a Machu Picchu tampoco es barata (30 euros), a lo que hay que sumar un guía (5 euros), porque si no uno se pierde en el laberinto de edificios y calles. Y queda el acceso al lugar, que si se realiza en bus cuesta unos 4 euros (uno de nosotros subió andando y el otro en bus, aunque los dos bajaron caminando). Menos mal que el alojamiento y la comida en Aguas Calientes (un pueblo hiperturístico) son similares a los de Cusco.

Aviso para navegantes: con la entrada de Machu Picchu se puede salir y volver a entrar el mismo día, y, aunque es nominal, no piden identificación; así que se le puede pasar a un amigo o amiga (este consejo no es muy didáctico para niños y niñas, pero sirva como un pequeño grito de rebeldía contra el capitalismo agresivo y glovalizador).

De todas formas, la visita a Machu Picchu (montaña vieja) es algo obligado y que no decepciona, tanto por su arquitectura e historia, como por el entorno natural en el que se encuentra enclavado. En este caso las fotografías no mienten, es más, se quedan cortas... También os recomendamos subir hasta el Wayna Picchu (montaña joven), desde donde la vista sobre la ciudad, las montañas y el río Urubamba o Vilcanota que la rodea es más que espectacular; pero hay que subir a primera hora, porque hay un cupo de 400 personas (desde el río, donde comienza el acceso a Machu Picchu se salva un desnivel total de unos 600 m, la mayoría de escaleras de gran pendiente).

De nuevo volvimos a Cusco para descansar y disfrutar de sus muchos atractivos, y mañana partiremos de nuevo hasta Arequipa, en una travesía de 10 horas de bus (los precios varían entre los 5 euros, transporte normal, y los 30 de los autobuses turísticos; nosotros elegimos el primero, para integrarnos con la gente local y para no desvalijar nuestras cada vez más mermadas economías).

Por cierto, aclaramos para algunos blogueros y blogueras que ya no vamos en bicicleta. Desde Salta (Argentina) las enviamos para casa y suponemos que estarán en el barco, rumbo a la Península. Esta es otra forma muy distinta de viajar, pero que complementa a la anterior, ya que ahora podemos visitar más lugares y conocer más de cerca algunas de las costumbres de la población autóctona. También estamos conociendo a más viajeros y viajeras, que siempre tienen historias interesantes que contar.

Pdt: ZORIONAK a Itziar (la madre por delante), Javi y Leire por el nacimiento de Iratxe...

Próximamente más fotos.
Nuestro correo: enekotajoseba@yahoo.es


Agur eta laster arte...

miércoles, 30 de abril de 2008

Especial Titikaka

Kaixo, kaixo:

En la última entrega os dejamos a punto de zarpar para la Isla del Sol y contra todo pronóstico se convirtió en una verdadera odisea...

Según el que nos alquiló la barca iban a ser tres horas de agradable navegación, porque el viento "siempre" suele soplar durante la mañana en dirección a la isla y a la tarde en dirección a Copacabana. Sin embargo, cuando zarpamos a las 7, Eolo no apareció hasta las 9 y lo hizo en dirección al centro del lago, que para recordaros tiene unos 164 km de largo. Así que nos alejó bastante de la isla, esperando a que cambiara, pero el cabr... no lo hizo, y tuvimos que estar horas y horas luchando contra el viento sin casi avanzar. Esto nos obligó a utilizar los rudimentarios remos más de lo que nuestras manos hubieran deseado. Al final, después de 15 horas, con la noche cerrada y los rayos de una tormenta cada vez más cerca, llegamos de nuevo a Copacabana. Otro ejemplo más de lo cabezón que puede llegar a ser el ser humano, y más si es de Bilbao o de las cercanías...

Al día siguiente, como todo guiri viviente, tomamos el barco turístico para ir a la Isla del Sol.
Cosa que si alguna vez podéis hacer, no lo dudéis. Según la leyenda este es el centro del universo Inca, ya que allí nacieron el sol y la luna, de la roca sagrada con forma de puma. De ahí el nombre del lago: "titi" = puma y "caca" = roca.

Como se nos acababa el permiso de estancia en el país, dejamos Bolivia en dirección a Perú, para llegar a Puno, donde visitamos las islas flotantes de los Uros. Aunque se está convirtiendo en una turistada, es curioso ver cómo han construido sus casas sobre unas plataformas de juncos, llamados totoras, igual que las embarcaciones que usan.

Ahora nos encontramos en Cusco, donde nos han recibido con un desfile folklórico muy lindo: parecía que sabían que llegábamos...

Fotos en: www.bizikletazbizi.multiply.com

Agur eta laster arte...

viernes, 25 de abril de 2008

De Sucre a Copacabana pasando por ciudades y selvas


Kaixo lagunok:


Aunque parezca mentira, no nos hemos olvidado de vosotros y menos de vosotras. En este largo tiempo hemos pasado por ciudades, selvas, montañas, rios y lagos, como el Titicaca, a cuyas orillas nos encontramos ahora. En concreto, en Copacabana, que aunque suene muy brasileiro, no hace nada de calor, porque estamos a 4018 m de altura, asi que nada de bikinis, ni cuerpos sudorosos...


Desde Potosi nos dirigimos a Sucre, la antigua capital de Bolivia (todavia lo siguen reivindicando, parecen vascos). Es una ciudad muy linda, de estilo colonial, con edificios de color blanco, que le dan un toque muy del sur hispano. Alli visitamos algunos pueblitos, como Yotala y Tarabuco, donde celebran un mercado al que acuden muchas de las distintas etnias de Bolivia, con sus trajes tipicos.


Despues de pasar unos dias en Sucre nos despedimos de Carlos, nuestro amigo segoviano, que se iba a hacer la ruta de El Che: le mataron en el pueblito de La Higuera, de bastante dificil acceso. Nosotros continuamos viaje en bus por una carretera de piedras y tierra, y por la noche para aumentar el suspense, para llegar a Cochabamba. Una ciudad bastante grande y un poco locura, como casi todas las de Bolivia, con mucho trafico, gente de un lado para otro, cientos de puestos por las calles que ocupan el poco espacio que hay en las aceras...


Asi que nos fuimos para la zona del tropico cochabambino, al pueblo de Villa Tunari. Aqui el calor era muy fuerte y con mucha humedad. Visitamos un centro de recuperacion de animales, donde sobre todo habia monos muy juguetones y aves tropicales. Tambien visitamos Puerto San Francisco que solo estaba a 27 km, pero tuvimos que tomar tres "movilidades", o sea taxis, en los que llegamos a ir hasta 13 personas...


Desde Villa Tunari tomamos otros taxis, en los que compartiamos el escaso sitio y el calor con los habitantes del lugar, para llegar a Ivirgarzama, donde se celebraba una feria de productos del tropico. Por la noche fuimos a un concierto de musica autoctona, acompañados por Katia y sus amigas, y bailamos y sudamos lo que no esta en los escritos... Desde alli nos acercamos a Puerto Villarroel, un importante puerto fluvial, en el limite con el departamento de Santa Cruz (este departamento se quiere independizar de Bolivia, asi que Evo Morales, entre esto y las continuas huelgas no gana para disgustos).


Regresamos de nuevo a Cochabamba para, al dia siguiente, retornar a La Paz, a 3600 m de altura (en el tropico habiamos estado a 200 m). La capital de Bolivia es una locura de trafico y gente. El centro esta situado en un valle muy profundo, pero los barrios mas pobres se han ido extendiendo por las laderas de impresionante pendiente.


Desde La Paz se pueden hacer muchas actividades, a precios muy asequibles, como subir a montañas de mas de 6000 m, realizar todo tipo de treckings, visitas culturales, etc. Por eso hay muchos "guiris", sobre todo israelies (en muchos sitios esta todo en hebreo).
Cerca de La Paz estan las ruinas de Tiwanaku, antigua civilizacion anterior a los Incas, que duro nada mas y nada menos que unos 3000 años.

Para recordar viejos tiempos realizamos el recorrido en bicicleta por la llamada "Carretera de la Muerte": un espeluznante descenso desde 4700 m hasta los 1185 m en Yolosa, por una antigua carretera que al principio es de asfalto, pero luego se transforma en una pista de piedras y ripio, excavada en la montaña y que se pega a los precipicios como el rencor a las personas; hay caidas de hasta 1000 m de profundidad y la anchura en algunos tramos no sobrepasa los tres metros. Asi que no es de extrañar que le hayan puesto ese nombre, porque han ocurrido bastantes accidentes de vehiculos y ciclistas.


Ese dia nos alojamos en Coroico, un pueblo enclavado en plena montaña, con unas bonitas vistas. Al dia siguiente tomamos un bus para Rurrenabaque, en la zona tropical del rio Beni. El recorrido a veces fue como el de la Carretera de la Muerte, por una estrecha carretera de tierra, en la que el conductor conducia por su izquierda para ver mejor la parte del precipicio que daba a un profundo rio.


Despues de solo 18 horas llegamos a Rurrenabaque: otra vez al calor. Desde aqui nos fuimos en 4x4, con un grupo de 8 personas, hasta el rio Yacuma, donde pasamos 3 dias visitando Las Pampas en canoa. Las riberas del rio estan llenas de vegetacion y animales: caimanes, tortugas, aves de todo tipo, delfines rosas, anacondas... un verdadero paraiso, que se transformaba en un pequeño infierno con la caida de la tarde y la aparicion de los malditos mosquitos. La actividad completa, con todo incluido (guia, transporte, comida...), cuesta unos 50 euros por persona.


Despues de esta inolvidable experiencia volvimos a La Paz en otro viaje para no olvidar, tenemos el cuerpo con forma de asiento de autobus. Un dia despues, otra vez a la carretera, para dirigirnos a Copacabana, junto al lago Titicaca, donde visitaremos la Isla del Sol. Este recorrido lo haremos en un pequeño barco a vela que hemos alquilado por dos dias (15 euros). En la proxima entrega os contaremos el desenlace de esta aventura de dos marineros de agua dulce...





Agur eta laster arte...




miércoles, 2 de abril de 2008

Por los desiertos de Atacama y Bolivia

Kaixo lagunok:
Esperamos que lo hayáis pasado bien durante la Semana Santa. Nosotros nos encontramos ya en Bolivia, en concreto en la ciudad minera de Potosí.
Aunque nos costó mucho dejar Salta, por fin lo conseguimos y nos dirigimos en colectivo, por el paso de Jama a más de 4500 m de altura, hasta San Pedro de Atacama, en Chile. En este pintoresco pueblo, situado en un oasis del desierto de Atacama, realizamos varias excursiones para visitar los geiseres del Tatio, bañarnos en unas termas a más de 4000 m y visitar los Valles de la Muerte y la Luna. A estas altitudes el corazón late como un loco y cualquier esfuerzo obliga a detenerse para recuperar el aliento. Incluso dormir cuesta trabajo (dormimos a 4300 mtrs y a cada vuelta se salía el corazón). Así que hemos cambiado el mate por las hojas de coca.
Desde San Pedro de Atacama contratamos un recorrido de tres días en 4x4 para dirigirnos al salar de Uyuni, en Bolivia. La experiencia ha sido de las mejores de todo el viaje, tanto por los paisajes que hemos podido observar, como por la gente con la que hemos compartido muy buenos momentos. A lo largo de esos días hemos podido ver lagunas de variados colores, geiseres a 4800 m de altura, volcanes, formaciones rocosas muy curiosas, desiertos de todo tipo, pueblos perdidos en la inmensidad del altiplano, flamencos, llamas y el impresionante Salar de Uyuni, algo que no se puede describir con palabras...
Al llegar a Uyuni teníamos pensado descansar un día para planificar bien nuestro viaje por Bolivia, pero nos avisaron de que había una huelga de chóferes y que las carreteras estarían cortadas por los menos dos días. Así que sin pensarlo mucho tomamos un bus que nos llevó por la noche hasta Potosí; tardamos 6 horas por una carretera de ripio, para recorrer 215 kms.
El 1 de abril Potosí celebra el aniversario de su fundación y para conmemorar tal evento vino el presidente Evo Morales, al cual vimos desfilar por las calles con toda naturalidad, aunque se produjeron algunos disturbios entre partidarios de la autonomía para la región y los defensores del presidente.
Al día siguiente fuimos a visitar las minas del Cerro Rico que domina la ciudad con sus laderas cortadas por mil tajos y sus entrañas atravesadas por infinidad de galerías. Esta fue la mina de plata más importante del mundo y se sigue explotando desde el siglo XVI, aunque las condiciones son infrahumanas. Hicimos un recorrido subterráneo por galerías que nos obligaban a caminar agachados, bajamos a pozos por escaleras de madera y ofrecimos coca al Tío, que es la figura que representa al diablo, el protector de los mineros. Todo esto a más de 4000 m de altitud (Potosí está a 4100 m), casi sin aire y con mucho calor (menos mal que no tuvimos que trabajar). Para ayudar un poco a superar el esfuerzo mascábamos hojas de coca, único alimento de los mineros mientras están trabajando.
Bolivia es un país increíble, con paisajes únicos y gente que todavía conserva sus tradiciones, y además es rebarato (un menú por 70 céntimos), por lo que os lo recomendamos de todo corazón.
Agur eta laster arte.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Agur bizikletak, kaixo motxilak...


Kaixo lagunok:


Hemen berriro zuekin eta Aberri Eguna pasa ondoren Gora Euskadi esan behar da, nahiz eta betiko arazoak jarraitu.


En este espacio de tiempo que hemos estado sin escribir hemos aprovechado para descansar y conocer parte de las provincias de Salta y Jujuy.


En el sur de Salta hemos estado en Cafallate, donde realizamos un recorrido en bici para visitar la impresionante Quebrada de las Conchas, algo que os recomendamos muy mucho, como dicen por acá. También visitamos las ruinas del pueblo de Quilmes y algunas bodegas, en las que degustamos los buenos caldos de esta tierra. Otro día fuimos a Cachi, un pueblito tranquilo y con aire colonial, que forma parte de la ruta de los Valles Calchaquíes.


Hacia el norte visitamos el curioso pueblo de Iruya, rodeado de imponentes precipios, al que se llega despues de superar un puerto de 4000 m y por una carretera de ripio que parece que cuelga en el vacío. Como dato os diremos que el autobus tarda unas 4 horas en recorrer los 60 kms. que separan Humahuaca de Iruya.


En la Quebrada de Humahuaca hicimos otro pequeño recorrido en bicicleta desde Tilcara para visitar la Paleta del Pintor, en Maimara, y el Cerro de los Siete Colores, en Purmamarca, lugares en los que la erosión ha decorado las montañas con vivos colores. En estas zonas, situadas por encima de los 2000 m, se nota los efectos de la altura, porque cuesta mas pedalear y el corazón late de manera acelerada.


De todas formas, resulta un tanto complicado moverse en colectivo con las bicicletas. En ocasiones porque cobran lo que quieren, por "exceso de equipaje", y otras veces porque solo dejan llevar las bicis si hay sitio, lo cual se complica porque la gente del lugar viaja con bastantes bultos, a lo que hay que sumar la cantidad de mochileros que se mueve por esta zona y el limitado espacio de las bodegas de muchos buses... Debido a esto en Purmamarca nos quedamos en tierra y tuvimos que volver en bici a Tilcara.


El resto del tiempo lo hemos pasado en Salta, donde hemos conocido a gente muy interesante. Tambien hemos aprovechado para ir al dentista, porque aqui es rebarato (un empaste 10 euros). Joseba fue al hospital porque llevaba varias semanas con una persistente mucosidad que desbordaba la capacidad de sus fosas nasales; al final resultó ser sinusitis, aunque ya está mejor. Por otra parte, a pesar del tiempo transcurrido los músculos se siguen quejando y cuesta recuperarse del esfuerzo realizado; también es verdad que es más fácil acostumbrarse a no hacer nada, que a trabajar...


Así que con todo este tiempo que hemos permanecido por la zona de Salta y las diferentes experiencias que hemos ido acumulando hemos decidido, después de mucho meditar, dar un giro a nuestro viaje y enviar las bicicletas a casa, para continuar en transporte público. De esta manera podremos visitar más lugares, ya que el tiempo va pasando y en bicicleta se avanza despacio, sobre todo teniendo en cuenta la orografía tan extrema de Bolivia y Perú, y sus complicadas carreteras. También nos dijeron otros cicloturistas que Perú no era muy seguro para andar en bicleta. A veces las noticias son contradictorias, depende de quién las cuente, y más alarmantes de lo que es la realidad, pero valorando todo hemos tomado esta decisión que esperemos que a los amantes de la bici no les cause gran decepción. Es mejor seguir disfrutando con pasión del deporte de las dos ruedas, que acabar requemado...


Nuestra siguiente meta es San Pedro de Atacama, en el norte de Chile, desde donde pasaremos a Bolivia. Esperamos que esta segunda parte de nuestro viaje os siga resultando igual de interesante y nos sigáis apoyando como hasta ahora...


Para que veáis que hacemos caso de vuestras quejas, hemos incluido más fotos con elemento humano en: http://www.bizikletazbizi.multiply.com/

Os volvemos a recordar nuestro correo por si os animáis con noticias "más" personales.



Agur eta laster arte...

jueves, 6 de marzo de 2008

Atravesando Argentina de sur a norte: 3991 kms


Kaixo lagunok!


Ya estamos en Salta "la bella", en el norte de Argentina, donde nos estamos dedicando a descansar, reponer fuerzas y preparar la continuación del viaje por esta zona salteña y el posterior paso a Bolivia.


Desde Ushuaia atravesamos en colectivo la isla de Tierra del Fuego y cruzamos una vez más el Estrecho de Magallanes, donde fuimos de nuevo escoltados por varias toninas. Pasamos varias veces la frontera entre Argentina y Chile, con los consiguientes trámites y registros. Aunque nos habían asegurado en la agencia que nos vendió los billetes que no cobraban por llevar bicis, nos cobraron 50 pesos a cada uno hasta Río Gallegos, así que al llegar allí decidimos enviarlas como "encomienda" hasta General Güemes, cerca de Salta, porque resultaba mucho más barato que pagar por cada tramo que hiciéramos en autobús.


De nuevo en autobús, ya sin bicicletas, llegamos a Puerto Madryn, centro turístico principal para el avistaje de ballenas y demás fauna marina. Desde Ushuaia son 1695 km de estepa patagónica, con llanuras infinitas, cubiertas por arbustos. Esto nos confirma, una vez más, que hemos acertado con nuestro recorrido; no recomendamos para nada recorrer en bicicleta la costa atlántica argentina, sobre todo, habiendo otras opciones.


En Puerto Madryn alquilamos un coche y en dos días, para que el cuerpo no se relajara en exceso, nos metimos unos 800 kms., muchos de ellos por pistas de ripio. Visitamos la pingüinera de Punta Tombo, la más grande del continente americano, y recorrimos la Península Valdés, donde pudimos ver leones y elefantes marinos. Por desgracia no pudimos ver orcas, pero otra vez será. De todas formas, merece la pena visitar esta zona en época de ballenas, porque este año ha habido unas mil y se las veía desde la costa, por lo que el espéctaculo está garantizado.


Desde Puerto Madryn tomamos de nuevo el colectivo y tras unas pocas horas, 33 para ser más exactos, llegamos a General Güemes, después de atravesar casi todo el país y de recorrer 2296 kms por llanuras y pampas interminables, en las que poco a poco aparecía más vegetación y cultivos, algo que ya teníamos olvidado en Patagonia.


No obstante, lo mejor de estos días, como ha ocurrido a lo largo del viaje, ha sido la cantidad de gente con la que hemos compartido momentos inolvidables. Un saludo para todas ellas y ellos... PURA VIDA!!!!


En General Güemes nos recomendaron un hostal barato, pero resultó ser para parejas y alquilaban camas por horas; aunque dicen que el roce hace el cariño, no estamos para tanto, así que nos fuimos a otro para intentar estirar un poco el cuerpo y eliminar de nuestra espalda la forma del asiento del bus.


Al día siguiente recogimos las bicis y, tras pedalear 53 km de calor infernal, llegamos a Salta, una ciudad de un millón de habitantes, pero que es la más linda que hemos visto hasta ahora, ya que conserva su pasado colonial, con calles y casas que recuerdan a Sevilla.


Nuestra intención es realizar algunos recorridos por el sur y norte de Salta y luego pasar a Bolivia, vía San Pedro de Atacama (Chile), pero tenemos que planificar muy bien las etapas, porque nos enfrentamos a zonas desérticas y a puertos de hasta 4600 metros de altura... Así que ya os contaremos.




Agur eta laster arte!

lunes, 25 de febrero de 2008

Saludos desde el "fin del mundo"


Kaixo lagunok:


Por fin hemos llegado a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo "final del mundo y principio de todas las cosas", que reza un eslogan por acá. Pero no ha sido fácil, para ello hemos tenido que pedalear más de 5700 kms y soportar las inclemencias del tiempo, sobre todo el frío viento patagónico, las punzadas del hambre y retranspiraciones varias...


Desde Puerto Natales salimos en dirección al sur, por lo que a veces contamos con la colaboración del viento, para llegar a Punta Arenas, después de hacer dos etapas de 150 y 105 kms., lo cual por ahora es nuestro record, que esperamos no tengamos que superar...


En Punta Arenas decidimos comprar una tienda de campaña que nos ofreciera más seguridad de soportar el frío del sur; aquí son más baratas porque es puerto franco. Desde esta ciudad, la más austral del "continente" americano, tomamos el ferry que nos cruzó el famoso Estrecho de Magallanes, donde vimos algunas toninas (el delfín chileno).


Una vez en la isla de Tierra del Fuego, salimos de Porvenir por una ruta más larga y distinta a la que siguen la mayoría de los ciclistas, pero que nos permitió recorrer por pistas de ripio una gran parte de esta lejana, solitaria y, a menudo, inhóspita tierra azotada por el constante viento.


En Cameron coincidimos con los participantes argentinos y estadounidenses del Raid de Tierra del Fuego que habían abandonado y, para que veáis que estamos en forma, hicimos una etapa de 110 kms de ripio que coindía con la de ellos y casi les ganamos..., y eso que nosotros llevamos unos 30 kg de equipaje, sin contar el peso de la bici, ni el agua, ni la comida, o sea, una pasada... Allí también Segundo Gómez nos invitó a comer unos bocatas y nos dio más comida, ¡cómo nos vería...! Desde ahí atravesamos la isla por pampas inmensas, donde los guanacos trotan a sus anchas. Los únicos sitios poblados son las antiguas estancias ganaderas, perdidas en mitad de la nada, que aprovechamos para dormir en varias ocasiones.


Para cruzar la frontera entre Chile y Argentina nos tocó atravesar un río de aguas heladas, porque no se ponen de acuerdo los dos países para hacer un puente.


Al llegar a la costa atlántica, que no veíamos desde Uruguay, pensábamos ir a la ciudad de Río Grande, pero el viento nos daba de cara y se hacía casi imposible avanzar, así que decidimos seguir hacia el sur y meternos otra etapa de 130 kms (70 de ellos de ripio).


Pero por fin, llegamos a Ushuaia después de varios días de poca higiene, de muchos kilómetros por ripio, poca comida, etapas más largas de lo conveniente, de viento frío y de mal dormir. Así que os podéis imaginar que llegamos "recansados", pero contentos. Por eso, en el fin del mundo nos hemos dedicado a reponer fuerzas y descansar, todo ello combinado con las dosis justas y necesarias de juerga nocturna, al fin y al cabo somos animales sociales...


Desde Ushuaia subiremos en colectivo hacia el norte de Argentina, pasando por Penísula Valdés, donde abunda la fauna marina. Así, que aquí se acaba una parte de nuestro viaje y comienza una nueva, que seguramente nos deparará cantidad de sorpresas; ya lo dice Fito Cabrales: "porque todo empieza cerca del final..."


A todas/os aquellos/as que comprásteis nuestras camisetas, ya veis que hemos acabado con la lista de lugares a visitar. Por ahora, no amenazamos con hacer nuevas "remeras", como dicen por acá, pero todo se andará... También se aceptan donativos o incluso que nos apadrineis... Gracias por seguir apoyándonos y a ver si escribimos un poco más, que a nosotros también nos cuesta...




Agur eta laster arte






lunes, 11 de febrero de 2008

Puerto Nataletik maitazunez


Kaixo internautas e internautos:



Aquí estamos en una nueva entrega de nuestras aventuras y desventuras, cual Quijote y Sancho Panza (aunque "panza" no queda mucha), cabalgando sobre nuestras monturas, en busca de nuevos retos y quimeras, y con la sana intención de desfacer entuertos y socorrer a lozanas mujeres que requieran de nuestra humilde ayuda.


Dicho esto, pasamos a relataros lo que nos aconteció al salir de El Calafate, desde donde partimos por asfalto con nuestro nuevo amigo José Luis. A pesar de que el viento nos tenía que favorecer, el día estaba nublado, por lo que el poco viento que había era casi en contra. Después de superar un puerto de 10 km y de recorrer unos 95 km de pampa en la que no había nada, más que ovejas y algún guanaco, decidimos acampar junto a un puesto de Vialidad (los encargados de las carreteras), pero no fuimos muy bien recibidos por un señor un poco fuera de sus casillas y tuvimos que poner las carpas junto a una caseta abandonada. Por cierto, que José Luis también lleva una Coleman como nosotros, así que parecíamos un equipo; sobre esta tienda tenemos mucho que decirle al señor o señora Coleman, de cuya madre y padre nos acordamos casi todos los días, cuando nos levantamos empapados por nuestra propia transpiración...


Al día siguiente tomamos un atajo de ripio por el que nos ahorrábamos unos 80 km a Cerro Castillo, pero estaba en un estado lamentable, con mucha piedra y arena suelta. Además el viento empezó a soplar con una fuerza increíble y costaba mucho avanzar. Llegamos a duras penas a un puesto de carabineros en medio de la nada, aunque deberíamos decir de carabinero, porque sólo había un policía. Allí nos abastecimos de agua. Por si fuera poco, con el viento, José Luis se lesionó en la rodilla, así que decidimos hacer dedo para que le llevaran a Cerro Castillo. Nos pusimos a la tarea, pero casi no pasaban coches. Por fin, una familia de israelíes, con el coche a tope, tuvo la gentileza de llevarle (es increíble la cantidad de israelíes que hay por Sudamérica, normalmente son jóvenes que tras acabar su largo servicio militar vienen a estas zonas, sobre todo a realizar actividades relacionadas con la naturaleza).


Nosotros, como vascos burugogorras, tratamos de enfrentarnos a las fuerzas de Eolo, pero nos dimos de morros contra un muro de viento, como quijotes contra molinos. Casi sin poder mantener estable la bicicleta, a cinco kms tuvimos que ceder. Nos sentamos a esperar que amainara, pero una vez que el viento empieza, por la tarde lo único que hace es empeorar (luego nos enteramos que había habido rachas de 130 km/h). Incluso intentamos avanzar empujando la bicicleta, pero era inútil. Estuvimos tirados en medio de la nada durante unas cinco horas y no pasaban casi coches. Al final, la suerte nos volvió a sonreir y nos paró un autobús que iba vacío. Nos acercó a la frontera, desde donde debíamos recorrer unos ocho kms en contra del viento y ya era tarde. Pero otra vez, el azar fue nuestro aliado, y el administrador de una estancia ganadera nos invitó a pasar allí la noche, con cena y desayuno incluidos. Como dato diremos, que los gauchos cenaron dos platos y nosotros tres, todos ellos surtidos de abundante carne, así que ya sabéis, si invitáis a cenar a un ciclista preparad la cartera...


Después de pasar la frontera, llegamos a Villa Cerro Castillo, de nuevo en Chile, donde nos reencontramos con José Luis. El decidió ir a las Torres del Payne ese día en autobús y después marchar a Puerto Natales, así que nos despedimos.


Al día siguiente fuimos al parque de las Torres del Payne y, qué decir de esa maravilla natural, INCREÍBLE!!! Estuvimos dos días de trekking, con marchas de unas 7 horas, en las cuáles nos acercamos a la base de las torres y al glaciar Grey. Hablando de glaciares, un consejo, no invirtáis en ellos; están todos retrocediendo a un ritmo alarmante...


Todo lo que se haga dentro del parque es muy caro. Además las tiendas están poco abastecidas y en 100 km no encontramos ni pasta ni arroz. Como dato os diremos que dos manzanas costaban mil pesos, más de euro y medio.


De ahí, por una carretera de ripio, recién estrenada, pero que casi nadie usa por su mal estado, nos plantamos en dos días en Puerto Natales. Otro consejo: a los chilenos hay que preguntar a más de uno y con lo que te dicen hacer lo que te diga tu instinto, porque no dan una. Nos dijeron que era llano, pero con muchas curvas, y resultó ser una sucesión de puertos y cuestas interminables...


Ya nos queda menos (bueno, unos 700 km hasta Ushuaia) para acabar la primera parte de nuestro viaje. Admitimos sugerencias, sobre qué hacer o dónde ir la segunda... Luego ya sabéis que haremos lo que nos de la gana, po... Así que escribid letxes, que nos hace ilusión saber también de vosotras/os y, para las tímidas y tímidos, que también los hay, no valen excusas, porque tenéis nuestro correo: enekotajoseba@yahoo.es





Un besote desde los últimos confines del Cono Sur Americano. Laster arte...

martes, 29 de enero de 2008

Últimos kilómetros de la Carretera Austral y...


Kaixo lagunok!!!


En primer lugar disculparnos por la tardanza en escribir, pero sólo hemos pasado por tres pueblos importantes: en el primero, Cochrane, no teníamos ganas; en el segundo, Villa O´Higgins, sólo había internet en la biblioteca y sólo dejaban media hora, y en El Chaltén, no podíamos acceder a nuestra página. Pero ya estamos aquí, dispuestos a contaros nuestras últimas peripecias.

Desde Coyhaique nos acompaña Clizia, una de las suizas, os acordais?, ya que la otra se cayó y, aunque no fue nada, decidió dejar de pedalear. El caso es que ella quería acabar la Carretera Austral y nosotros hemos ganado en compañía y, desde entonces, comemos bastante mejor, gracias al intercambio gastronómico suizo-vasco. Pero, todo lo bueno se acaba, y definitivamente se marcha mañana.

En este tiempo hemos pasado por lugares increíbles, donde se disfruta a tope de la naturaleza, aunque en ciertas zonas se ve la huella del ser humano, porque los colonos para abrirse paso en la selva y conseguir terrenos de pasto, incendiaron gran cantidad de bosques, que todavía no se han recuperado.

Cerro Castillo, una montaña imponente, con glaciares y unas agujas de roca que rasgan las nubes.

Lago General Carrera, uno de los más grandes y profundos de América, con unas aguas de color esmeralda, producto del deshielo de los glaciares circundantes; en este mismo lago, desde Puerto Tranquilo, visitamos en barca la Catedral de Mármol, rocas con formaciones curiosas, debido a la erosión del agua.

El pequeño pueblo de Puerto Bertrand, acampados junto al lago y disfrutando, un día más, de una maravillosa noche patagónica, plagada de estrellas. Aquí nace el río Baker, uno de los más importantes de Chile, y donde Endesa quiere hacer una presa, que tiene en contra a mucha gente, porque con ella desaparecerá una zona ecológica muy importante.

Desde Cochrane nos dirigimos a Caleta Tortel, un pueblecito en el fondo de un fiordo, con ocho kilómetros de pasarelas de madera, a modo de calles, y donde no puede entrar ningún vehículo, aunque nosotros pedaleamos un poco por ellas para tomar la lancha que nos llevó hasta Río Bravo. Fueron cinco horas de navegación, por fiordos y rodeados de islas, muchas de ellas con las cumbres nevadas y además sólos en el barco; era sólo para los del pueblo, pero como no iba nadie nos dejaron ir, eso sí, cobrándonos un poco más, pero así todo fue una de las cosas más baratas que hemos encontrado en Chile.

Y por fin, Villa O´Higgins, final de la Carretera Austral. Han sido 970 km de selva, lagos, cascadas, glaciares, ripio... una verdadera gozada para los sentidos. Por eso volvemos a recomendar a todos los ciclistas y viajeros en general este recorrido inigualable, antes de que el llamado "desarrollo", acabe con esta joya de la naturaleza. En Villa O´Higgins asistimos a una jornada reivindicativa en contra de una macropresa que Endesa, una vez más, quiere instalar en el río Pascua (ya sabemos quién no nos va a patrocinar el siguiente viaje); durante cinco horas y media navegamos por el lago O´Higgins, el más profundo de América (más de 800 m), hasta la desembocadura del citado río, donde hasta la fecha, sólo habían llegado un total de 100 personas, y allí estaba Bizikletaz Bizi, sección ONG.

De Villa O´Higgins el único paso a Argentina resultó harto complicado. Atravesamos el lago en un ferry, que sólo circula tres veces por semana y resulta harto caro. Desde Candelario Mancilla (Chile) hasta la Laguna del Desierto (Argentina) fueron 24 km de lo más duro de la ruta: 17 de subida y 7 a través de un tupido bosque, por un camino estrecho y lleno de troncos y arroyos que había que sortear empujando como locos nuestras monturas, aunque mereció la pena ver el maravilloso espectáculo que nos ofreció el monte Fitz Roy reflejado en la citada Laguna. Aquí acampamos y al día siguiente, por problemas de organización, tuvimos que esperar todo el día a que la lancha nos cruzara la laguna, lo que aprovechamos para descansar y darnos un baño, escapando de los pu... tábanos. De paso conocimos a una madre y una hija canadienses que están recorriendo a pie varias zonas naturales de Chile y que hace años, junto a toda la familia, pasaron seis años viajando por los mares del sur, en un velero que se construyeron ellos mismos.

Llegamos a El Chaltén, uno de los paraísos del trekking, rodeando el macizo del Fitz Roy y el Cerro Torre, dos de las montañas más míticas para los escaladores de todo el mundo. Aquí, uno de los dos se fue a hacer un recorrido, mientras el otro cambiaba los frenos y hacía lo que podía con las maltrechas bicicletas.

Salimos bordeando el lago Viedma, con viento a favor, y antes de comer, ya habíamos hecho 90 km., pero después la carretera cambió de dirección y sólo pudimos hacer 35 más.

Ya hemos llegado a El Calafate, a orillas del lago Argentino, desde donde se "accede" al glaciar Perito Moreno, aunque está a 80 km de aquí, y al que pensamos ir mañana o pasado, depende de nuestros cuerpos, que se merecen un descanso, porque ya llevamos alrededor de 4600 km de nada.

Mención especial merece el capítulo de averías, que casi todas se las ha sufrido la bicicleta de Joseba: seis veces se ha roto la misma cadena, a la que casi no le quedan eslabones que cambiar, y un radio roto, lo sustituimos por otro provisional y ha tenido que aguantar unos 700 km, porque no había ningún lugar para repararla hasta El Calafate. Además los frenos estaban más que desgastados y se bloqueaban después de largas bajadas. Casi un milagro que hayan aguantado hasta aquí.

Bueno, dentro de unos días partiremos hacia el sur y procuraremos no estar tanto tiempo sin dar noticias, pero no es fácil, porque recordad que estamos en la Patagonia, tierra indómita...
Ya estan las fotos, a ver si os gustan: http://www.bizikletazbizi.multiply.com/


Agur eta laster arte
P.D. Desde la última entrega, hemos puesto más fotos y ya casi estamos en las Torres del Paine.
Desde hace unos dias, nos acompaña Jose Luis, otro cicloturista q recorre Argentina con su bicicleta. Aunque es sordo, nos comunicamos muy bien con él. Tiene una página especial www.rutasdelsilencio.com si podeis, echarle un vistazo.
Ya os escribiremos cuando estemos en Puerto Natales...
Laster arte...


martes, 8 de enero de 2008

Primeras etapas de la carretera austral

Kaixo lagunok!
Aquí seguimos jo ta ke heldu arte. Llevamos unos 450 km de la carretera austral chilena y hemos llegado a Coyhaique, la principal ciudad de esta ruta.
El inicio de la carretera austral lo hicimos coincidir con el Año Nuevo y un poco resacosos, pero poco, nos metimos entre pecho y espalda 50 km. La Nochevieja la celebramos en un hostal muy agradable de Chaitén, con gente de variadas nacionalidades. La cena estuvo compuesta por pasta con mejillones cogidos unas horas antes en la bahía por el dueño del hostal y nuestras amigas las suizas, con algo de pescado y postres varios. Nosotros aportamos la costumbre de tomar las uvas y, a falta de campanadas, golpeamos en una botella, mientras un suizo daba la hora, y también, a falta de champán, tomamos unos pisco sour.
En el pueblo tiraron sólo dos cohetes para anunciar el nuevo año y después fuimos a la discoteca a bailar un poco cumbias y otros ritmos latinos con los lugareños/as. Lo curioso es que todo el mundo bailaba por parejas formando una fila. De todas formas, os echamos de menos a todos y todas y al ambiente que hay allí.
Al día siguiente, con más pena que gloria, iniciamos la carretera austral, siendo los primeros 35 km de asfalto y los siguientes de ripio. Es un verdadero paraíso para los cicloturistas, rodeados de naturaleza: bosques, ríos, cascadas, glaciares colgantes, montañas nevadas, volcanes y nadie alrededor en muchos kilómetros. Casi todos los días ha llovido, pero no ha sido mucho, excepto el día que llegamos a Coyhaique, que llegamos con una txupa de impresión...
Os recomendamos a todos y todas este recorrido, aunque a veces se hace un poco duro por las continuas subidas y bajadas. Además el ripio se agarra a los neumáticos, como el rencor a las personas, y parece que la bici no avanza. Pero merece de verdad la pena. Además nos estamos cruzando con muchos ciclistas de diversos países, incluido un gallego, que no sabía si iba o venía...
Todavía nos queda más de la mitad y, según dicen, aumentan las subidas, aunque esperamos que también las bajadas. Mañana también nos despedimos de las suizas, con las que hemos ido coincidiendo en varios tramos del recorrido y compartido mates, sonrisas y... kilómetros, mal pensados. Suerte, buena ruta y fuerza para ellas!!!!
Bueno majas y majos, ya os iremos contando cuando podamos, porque volvemos a la naturaleza y no hay muchas posibilidades de estar conectados...
Fuerza para todos y besos para todas. PURA VIDA!!!!!!
Más fotos, hoy o mañana, en www.bizikletazbizi.multiply.com