domingo, 28 de octubre de 2007

Córdoba linda y querida



Kaixo lagunok!

Seguimos atrapados en Córdoba, aprovechando para descansar y recuperarnos de nuestros males estomacales. Esta ciudad nos ha gustado mucho, porque es muy tranquila, con calles peatonales llenas de gente paseando, artesanos, músicos... Todo lo que se dice de esta ciudad es verdad...y no decimos más....
En los alrededores de Córdoba están las sierras, con muchos pueblos turísticos, que se llenan de turistas argentinos todos los años. Nosotros hemos visitado Alta Gracia, donde está la casa-museo en la que vivió El Ché, la casa del compositor Falla y una importane estancia jesuítica. Muy bonito, pero el calor está siendo increíble (37º), qué será en verano...

Hemos conocido a mucha gente interesante.
Estuvimos en el centro vasco viendo cómo ensayaban las danzas y después cenamos un estupendo asado con Ezekiel, Gaspar, Carolina y Adrián. Queda pendiente para un próximo viaje una salida nocturna por la ciudad, pero, aunque parezca mentira, se nos acumularon las citas lúdico-festivas. Sacamos unas fotos muy majas de esta cena, pero debido a nuestra torpeza informática las hemos perdido...
También cenamos otro asado con Fer, 2 Carolinas, Nube, "El Tigre", "El Negro", "Remo"... que luego fue amenizado con una extensa velada cantora (4 horas), con guitarra y todo (imaginaos lo bien que se lo pasó Joseba).
A través de hospitality club (la página de intercambio de alojamiento, que os recomendamos) hemos conocido a Mabel, que nos invitó a cenar, junto con su hermano Oscar, dos amigas brasileñas (Isabella y Carolina) y otros amigos. Como podéis observar el nombre de Carolina es bastante común por estas tierras. Otro día estuvimos en el cumpleaños de Inés, la hermana de Mabel, donde conocimos a gente muy maja, muchos de los cuales eran artesanos. Luego iremos a ver sus trabajos.
Así que no nos podemos quejar, en cuanto a relaciones sociales se refiere, todo el mundo nos ha a"cogido" muy bien...

Mañana, nos despedimos de Córdoba y partiremos hacia Mendoza, por una ruta alternativa, pero con menos tráfico y más linda. Será duro porque debemos recorrer unos 700 km, con fuertes desniveles y puertos de montaña, como El Condor, de más de 2000 metros de altura. Aunque casi se nos ha olvidado pedalear, intentaremos hacer honor de nuestra condición de vascos porfiados....

No sabemos cuándo será nuestra próxima entrega, porque es una zona bastante despoblada y no sabemos cuánto tardaremos en recorrerla, pero ahí estaremos.

Saludos y besos para todas.



domingo, 21 de octubre de 2007

Por tierras guaraníes

Kaixo lagunok.
Como decíamos ayer... Sentimos haberos preocupado, pero aquí el tiempo pasa de otra manera y en muchos sitios por los que pasamos no hay Internet.
Desde que os escribimos la última vez tardamos 7 días en llegar a Iguazú. En Posadas estuvimos 3 días paralizados por la lluvia torrencial, que arrancó árboles y tiró señales, farolas... Cuando por fin conseguimos salir las tormentas nos obligaron a parar otros dos días en Capioví. Además de las inclemencias del tiempo, la carretera resultó un suplicio: continuos toboganes del tamaño de Saltacaballo, sin arcén y con todo el tráfico pesado del Mercosur. Cada vez que pasaba un camión o un autobús nos pegaban un bocinazo que nos helaba el corazón y nos echaban de la carretera a la hierba, piedra o barro, según el caso. Todos los que nos cruzábamos nos decían que la carretera era muy peligrosa y nos contaban con pelos y señales algún accidente truculento, lo que se veía reflejado en las numerosas cruces del camino. Así, tras 150 km de continuo sufrimiento y sinvivir decidimos hacer los últimos kilómetros en autobús y llegar sanos y salvos a Iguazú.
En este recorrido visitamos las misiones jesuíticas, prácticamente solos. Una experiencia muy agradable fue cuando, resguardados de la lluvia en un quincho, compartimos con una familia de guaraníes unos duraznos (melocotones), mientras nos contaban cómo era su vida. La madre, que no tendría mucho más de 30 años, se apellidaba Ugarte, tenía 7 hijos, había perdido a 4 y era abuela de otros 4. El pequeño Luis, con sólo tres años, jugaba descalzo en los charcos, vestido sólo con un jersey. Aunque ellos parecían aceptar su suerte, sus condiciones de vida eran muy duras: vivían todos, más unas gallinas y algún perro, en una chabola de madera, que aquí no utilizamos ni para guardar las herramientas.
Iguazú es una pasada, aunque una chica de Andoain nos dijo que no le habían impresionado tanto las cataratas porque ya había visto más en Pirineos (si esto lo dice uno de Bilbao...). Pero os recomendamos la visita de todas todas. Otro sitio más para apuntar... Desbordan todas las espectativas, una suma de sensaciones difícil de explicar: agua, selva, arcoiris, aves, reptiles, mariposas multicolores, sol, calor, sonidos...
Como ya nos conoceis, ya sabeis que no puede faltar el toque tragicómico: nos faltaban cuatro pesos (1 euro) para el paseo en barca y nos quedamos sin el bautismo bajo la catarata...
Al día siguiente fuimos a verlas desde el lado brasileño, donde se tiene una mayor perspectiva, aunque es más impresionante desde el lado argentino. Vimos monos y coatíes, que no dejan en paz a los turistas, sobre todo si llevan comida.
En la selva conocimos a una vasca, de nombre dia-rrea, que nos acompaña desde entonces.
Desde Puerto Iguazú, y no os asusteis... nos vinimos a Córdoba, a 1200 km y 23 horas de autobús. Hemos decidido empezar a pedalear desde aquí, porque si no, no nos daría tiempo para recorrer en cuatros meses (antes de que acabe el verano) los 4000 km que nos quedan hasta Ushuaia. Podeis opinar lo que queráis, pero ya estamos aquí...
Por lo visto hasta ahora, Córdoba es una ciudad muy bonita, cerca de la sierra, y es famosa por sus bellas mujeres y seguro que por más cosas, pero eso es lo que nos destaca todo el mundo.
Aquí hoy es el Día de la Madre, un beso para todas, sobre todo para las nuestras, que madre no hay más que una.
Agur

jueves, 11 de octubre de 2007

Primeras crónicas desde Argentina

¡Qué bueno que viniste, loco!


En nuestra última crónica todavía estábamos en la República Oriental del Uruguay. Después de mucho preguntar y reflexionar, decidimos cruzar el río Uruguay desde Salto, para pasar a la ciudad argentina de Concordia. Para ello tomamos una lancha; las bicis iban en cubierta y, aunque iban atadas, no las quitábamos ojo, por si había que agarrarlas (que no cogerlas) para evitar que se fueran al fondo del río.

En la zona argentina se nota ya otro ritmo de vida e incluso las ciudades son diferentes. Nos informamos en la oficina de turismo y en el Automóvil Club para realizar nuestro viaje en bicicleta hasta las cataratas de Iguazú, pero todos nos metieron miedo con la ruta 14, porque está en malas condiciones, sin arcenes y con mucho tráfico de camiones. Además, son más de 600 km y el paisaje es bastante monótono. También calculamos que a este ritmo no llegabamos a Ushuaia en febrero y en estas zonas las distancias son tan enormes que en cientos de kilómetros no cambia el paisaje.

Así que decidimos subir en transporte público hasta la ciudad de Posadas, en el departamento de Misiones, a unos 300 km de Puerto Iguazú. En un principio pensamos realizar el viaje en autobús, pero había que desmontar la bicicleta y embalarla. Entonces se nos ocurrió ir en tren, mucho más barato y con un amplio furgón para encomiendas (mercancías). Como es normal, el tren tarda más, pero además hay que tener en cuenta que en estas zonas los ferrocarriles están bastantes abandonados, por lo que el viaje, en teoría, demora unas 15 horas.

El tren llegaba a la estación a las diez de la noche y como llovía nos metimos en un ciber y encontramos la dirección de la euskal etxea de Concordia; les llamamos y por casualidad ese día estaban reunidos. Así que nos acercamos y pudimos ver cómo ensayaba el grupo de danzas y compartir con ellos nuestras experiencias y lo bien que lo pasaron en el encuentro de centros vascos que se celebró en Rosario. Además este viernes tienen actuación para celebrar sus 25 años, esperamos que todo les vaya bien.

En teoría el tren debía llegar a las 22:20 h pero cuando llegamos nos digeron que venía con una hora de retraso. Después tardó otra hora más en salir y por el camino acumulamos otras cuatro horas de retraso, así que en vez de llegar a la una de la tarde, llegamos a las siete, con el cuerpo descompuesto y las posaderas doloridas. Está visto que ni en transporte público descansamos ¡Qué dura es la vida del viajero!

Posadas está junto al río Paraná, en la frontera con Paraguay. Nuestra idea era retomar hoy la bicicleta, pero lleva lloviendo dos días y no para. Como nuestras maravillosas ropas de gore-tex calan, nos hemos comprado unas capas del plasticorro de toda la vida. Así, que en cuanto podamos nos marcharemos para Iguazú. La verdad es que el recorrido promete ser muy lindo.

Otro día ya os contaremos algunos txaskarrillos, por ahora estamos haciendo honor a nuestra condición de vascos, cuando ocurra algo ya lo veréis en la prensa o en nuestras caras en las fotos.




Reflexiones desde el tren...


No todos los viajes tienen los mismos objetivos, pero en el nuestro pensamos que "abrir la mente y enriquecer el alma" son los más importantes.

Un viaje no sólo sirve para mirar hacia afuera, sino que dependiendo de lo que veas hace de espejo y te marca tu lugar en el mundo.

Aquí estamos viendo lugares y estampas muy bonitas, pero también realidades muy duras y crueles que no hacen sino empequeñecer nuestra alma. Esperamos que sea como un guante o una prenda dada la vuelta que para ponerla bien primera hay que retorcerla.

Niños desnutridos que incluso llegan a morir de hambre y otros sólo comen en la escuela, que ni desayunan, ni cenan y temen que llegue el fin de semana, porque no saben si comerán, que no han ido nunca al centro de su pueblo (que está a menos de 1 km), porque sus padres/madres trabajan hasta 14 horas al día, en muchos casos por menos de 3 euros al día, descalzos y casi sin ropa, mientras nosotros nos quejamos porque nos cala el gore-tex y porque tenemos los pies húmedos por la lluvia.....

Cuando pasamos nos miran y nos preguntan "de dónde sos", de Bilbao, "que les vaya bien" y a ti también, aunque sabemos que es muy difícil que escapen de esa realidad. Si su presente es duro, su futuro no parece que vaya a ser mucho mejor, aunque lo que realmente importa es lo que les ocurre ahora, porque quizá no tengan un mañana. Muchas veces se nos olvida que el presente es lo único que tenemos y es un regalo....

domingo, 7 de octubre de 2007

Ultimas crónicas desde Uruguay

Kaixo lagunak! Hemen gaude berriro!
Una vez más agradeceros el seguimiento y el apoyo que nos dáis, y deciros que para nosotros es un placer escribir estas líneas, porque nos acerca más a vosotros/as y animaros a los que nos seguís y no escribis, a que lo hagáis; lo importante es saber cómo os va y recibir vuestro apoyo. Así, que ánimo.
Lo que iban a ser 70 km de nada, desde Paysandu a Guaviyu, se convirtieron en otro pequeño calvario, gracias a la aparición de nuestro "amigo" el viento. Menos mal que al llegar a las termas nos dimos un buen baño en una piscina a 38 º C, que estaba abierta hasta las 23,00 h. Por 90 pesos acampamos y usamos las termas hasta que salimos más arrugados de lo que ya estamos.
Después de un mes de acarrear las carpas (tiendas de campaña), por fin las montamos, pero, como no es oro todo lo que reluce, por la noche nos agarró una tormenta de impresión, con aparato eléctrico a tope, viento y lluvia sin cesar. Así que no dormimos casi nada, porque tuvimos que estar sujetando las tiendas, cada uno la suya, para que no se nos vinieran abajo.
A la mañana siguiente, para poner buena cara al mal tiempo, nos dimos un chapuzón en el jacuzzi, recogimos todas nuestras cosas mojadas y, a pesar de la lluvia, nos fuimos a Salto. Menos mal que el viento, esta vez sí, nos ayudó y pudimos llegar más fácilmente, aunque mojados.
En Salto, una vez más, nos alojamos en el destacamento de bomberos y pudimos poner a secar todas nuestras pertenencias. Estuvimos en la euskal etxea Saltoko Euskaldunen Taldea, pero estaba cerrada, quizá estén en Rosario (Argentina) en la reunión de centros vascos; en su lugar había una "fiesta del quince", cuando las chicas cumplen quince años celebran una fiesta por todo lo alto, pero no nos invitaron...
Hoy han adelantado la hora, para ahorrar energía, aunque en los demás países de alrededor no la cambian. Hemos estado en el Hotel Concordia, donde estuvo el gran Carlos Gardel. Por la noche, vamos a ir al teatro Larrañaga a un concierto de Candombe, que es la música que trajeron los esclavos negros, pero que ahora es la más representativa de todo Uruguay; es gratis, porque hoy es el Día del Patrimonio.
Mañana, después de un mes en Uruguay y casi mil kilómetros recorridos, pensamos pasar a Argentina, a la ciudad de Concordia, para desde ahí seguir nuestro camino hacia Iguazú, aunque nos han dicho que no se puede pasar el puente que hace de frontera en bicicleta ¿cómo lo haremos? solución en el próximo capítulo...
Ondo segi eta hurrengora arte...

jueves, 4 de octubre de 2007

Pamparapampampam


Qué tal, Ta?


Después de nuestra última entrega, hemos atravesado el país, de Melo a Paysandu pasando por Tacuarembó, cuna de Gardel y de Ernesto Camacho, nuestro protector en Uruguay. Al final, por consejo de todo el mundo, menos Roberto (el bombero) lo hemos hecho en omnibús. 400 km de "nada", sólo pampas infinitas que la vista no alcanza.
Nuestra noche en Melo, la pasamos en casa de Roberto con su familia. Nos invitaron a cenar y compartimos un asado y una agradable charla hasta altas horas. Gracias Roberto y Sonia.
En su día no lo digimos, pero gracias también a Terry, californiano que está de voluntario en Uruguay observando ballenas, porque han sido ya dos las veces las que nos ha invitado a cenar: una en Montevideo y otra en La Paloma junto a las vigilantes de ballenas. Gracias Terry, la próxima nos toca a nosotros.
En Tacuarembó volvimos a dormir en el destacamento de bomberos. Aclarar, que acá en cada destacamento sólo hay tres bomberos de guardia, así que casi hemos tenido que salir nosotros. Otra vez nos han tratado de maravilla y ya tenemos solucionado el alojamiento en Salto. A este paso, sacamos plaza.
De Paysandu, retomamos nuestro itinerario inicial y subiremos junto al rio Uruguay (frontera con Argentina) dirección a Iguazú. No nos queda nada...
No os vamos a poner más adivinanzas porque os estáis liando y no dais ni una. Pero nos hace gracia y queremos que sigáis dando rienda suelta a vuestra imaginación.
Pinchazos, ni uno Martín (ni de unos ni de otros) y las bicis, mejor que nosotros. Hasta ahora no nos han dado ni un problema, sólo la tierra que se pega en la cadena.
Aunque os pueda parecer que con la bici se avanza muy despacio, son tantas las sensaciones, nuevas experiencias, gentes, emociones.... que estamos viviendo, que se nos hace difícil asimilarlas todas. Pero hasta ahora está resultando muy enriquecedor y está cumpliendo nuestras expectativas con creces.
Tenemos un correo por si queréis contarnos cosas más personales: enekotajoseba@yahoo.es
Bueno gurises que mañana nos esperan 70 kilometritos del ala y las termas de Guaviyú, que calmarán después nuestras cansados cuerpos. Os contaremos.....
Agur

martes, 2 de octubre de 2007

Haizea non, bizikletak hara

Hola gurises (niños)
Al final decidimos atravesar Uruguay de este a oeste. Acabamos de llegar a Melo después de duras jornadas de pedaleo contra el viento y fuertes desniveles.
De Chuy fuimos hacia Lascano por una zona bastante llana y repleta de palmeras, parecía el sudeste asiático. Después de movilizar a medio pueblo y sacarnos una foto para el diario local, la junta municipal nos alojó en los vestuarios del club de futbol. Un niño nos dijo que de mayor quería ser como nosotros y ya le han ingresado en el psiquiátrico. La música de un boliche no nos dejó casi dormir; por la mañana, nos enteramos de que era un lugar de mujeres de vida alegre; eso sí que es ritmo.
De allí recorrimos unos 80 km hasta Treinta y Tres. Los últimos 30 con un fuerte viento contrario. Nos dirigimos donde los bomberos y hacertamos de pleno. Se volcaron completamente en ayudarnos, interesándose por nuestro viaje y nuestro país. Además se pusieron en contacto con los bomberos de Melo y Tacuarembó para que nos acogiesen, incluso, llamaron a la televisión local y nos hicieron una entrevista antes de salir. También aprendimos mucho de su trabajo y nos contaron sus duras condiciones laborales. Así que muchachos/as no os quejéis; cuándo os agobie vuestro trabajo, acordaos de que hay gente que lo pasa mal y.... sigue sonriendo y luchando día a día.
Y al final... llegó la etapa de montaña, 115 km hasta el siguiente pueblo y entre medio "la nada". Cientos, qué decimos... miles de subidas y bajadas, en las que, incluso, había que seguir pedaleando por el p. viento. Y, para colmo, un perro nos acompañó durante casi 10 km. Cada vez que pasaba un camión temíamos oir el fatal desenlace, pero ahí seguía el jodido, hasta que se cansó... Imaginaos nuestro fuerte ritmo, que no conseguíamos descolgarlo.
Cuando ya pensábamos que dormiríamos sobre nuestras "chivas", nos armamos de valor y pedimos asilo en la estancia ganadera "Don Juan". Sin muchas palabras, los gauchos nos acogieron y nos dejaron dormir en un almacén e, incluso, nos dieron asado y pasta, pero justo habíamos acabado de cenar y no quedamos como buenos vascos comilones.
A las cinco de la mañana ya estaban traginando y nosotros medio muertos en nuestros "sobres" (sacos). Con calma, desayuno, matecito y vuelta a la carretera: 40 km hasta Melo.
Nada más entrar en esta ciudad un coche de la radio local nos ha adelantado y nos ha hecho una entrevista en directo, parados, claro. Nuestra fama nos precede.
Otra vez nos han alojado amablemente los bomberos. Comida, siestita y... a visitaros.
Mañana descanso, porque tenemos ya más de 700 km en las piernas y posaderas (según dicen por aquí, Melo es la capital gay de Uruguay, pero a nosotros nos han respetado).
Chao, como dicen ellos...